Aprovechando los días de respiro que da la Semana Santa, los equipos absolutos de waterpolo del CN Manresa, el femenino con la temporada recién finalizada con éxito y el masculino, en el tramo final en la lucha por la permanencia, se reunieron para hacer una comida de hermandad y, en el caso de los del Deyse, coger fuerzas hacia el tramo final tan difícil que los resto de la competición.
Jugadores y jugadoras estuvieron acompañados, por directivos, delegados, técnicos y familiares.
Una fiesta en la que el buen tiempo acompañó y que el buen ambiente fue la nota dominado, así como la voracidad de los jóvenes deportistas que devoraron calçots, carne, morcillas, pasteles y lo que se pusiera en la mesa.
Confiamos en que esta voracidad se mantenga la hora de los partidos y asegure los buenos resultados deportivos, pues, los de amistad y compañerismo ya se han ganado de manera sobrada.
Jugadores y jugadoras estuvieron acompañados, por directivos, delegados, técnicos y familiares.
Una fiesta en la que el buen tiempo acompañó y que el buen ambiente fue la nota dominado, así como la voracidad de los jóvenes deportistas que devoraron calçots, carne, morcillas, pasteles y lo que se pusiera en la mesa.
Confiamos en que esta voracidad se mantenga la hora de los partidos y asegure los buenos resultados deportivos, pues, los de amistad y compañerismo ya se han ganado de manera sobrada.
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